12- Marzo-2020
6- Diciembre-2018 | Casinos Online, Poker.
¿Será cierto que la generación millenial prefiere el video póker? Probablemente sí, porque esta generación conocida también como Generación Y, son aquellas personas que tiene más afinidad por las video consolas y máquinas inteligentes. Por esto, no es de extrañar que los casinos online en general sean tan populares para esta generación, en relación con las generaciones anteriores.
El video póker en líneas generales es un juego de póker que se puede jugar en una máquina al estilo tragaperras en los casinos en físico. Y a través del ordenador o dispositivos móviles en los casinos online. Es un juego de cartas en el que el jugador realiza una apuesta, recibe 5 cartas para armar su mano y debe tratar de conseguir la mano más alta para conseguir un mejor premio. El video póker para esta generación más reciente, tiene algunas ventajas que probablemente lo ha hecho un juego muy popular entre los jóvenes. Mientras que las personas de mayor edad, prefieren sus acostumbradas tertulias en sus mesas de juego.
En primer lugar, en el video póker o póker online el jugador, a pesar de compartir mesa con otros jugadores, sólo debe comparar su mano con la de la tabla de pagos que establezca el casino online. A diferencia del póker de mesa, donde se deben comparar las manos de todos los jugadores y ganará la más alta, pero el dinero que gane siempre será el mismo. En el video póker, mientras más alta es la mano del jugador, mayor será el jackpot que obtenga.
En el video póker no es necesario que el jugador blufee o haga faroles, que se refiere a las estrategias que el jugador debe poner en práctica para confundir a sus oponentes. Ya que está sólo con su ordenador o dispositivo móvil. Además, en el video póker el jugador sólo debe realizar una apuesta al inicio de la ronda de juego, mientras que en el póker de mesa se hacen como mínimo, dos rondas de apuesta en un mismo juego. El único detalle del video póker, para aquellos jugadores que tengan algún tipo de trastorno obsesivo compulsivo con respecto al orden, es que, dado que el jugador no cuenta con unas cartas físicas, se ve imposibilitado de ordenarlas a su gusto. Por ejemplo, una escalera en el orden correspondiente. Pero tranquilo, con el tiempo empezarás a amar tus cartas desordenadas.